Lo primero, agradecer al Sr. Albert su amabilidad y trato, es encantador.
Es la segunda vez que vamos al Roquer. Somos un grupo de familias, con niños de varias edades y se lo pasaron genial, ya que el entorno es precioso, pueden correr sin peligro por el prado delantero, con frutales y en la pequeña acequia se pasarón horas pescando renacuajos, ademas es ideal para realizar pequeñas salidas sin necesidad de coger el coche, (al rio que pasa cerca del pueblo, al bosque cercano, y si quieres un poco mas lejos con coche hasta los volcanes),.
El interior de la casa tambien nos gusto mucho, ya que dispone de una cocina/comedor con chimenea que es genial, sobre tosdosobre todo en esta epoca, las habitaciones, donde nos pusieron un plegatin son muy comodas, el gran comedor que los niños cogieron para sus juegos, ( y asi los adultos en la cocina estabamos de maravilla), y la pequeña terraza que da al pueblo es ideal para sentarse tranquilamente.
Otra vez dar las gracias al Sr. Albert y sin ninguna duda repetiremos.