Nos hemos alojado varias veces en los estupendos apartamentos de la Finka, en diferentes épocas del año, y siempre hemos disfrutado del entorno y de las instalaciones de la casa. Son tipo estudio, con la habitación separada por una cortina, y el salón-cocina con sofás, mesa para 4 ó 5 personas y sitio para 2 supletorias. La chimenea es ideal para los días más fríos, aunque también dispone de calefacción. El porche es muy amplio, con varias mesas y sillas, y con unas vistas maravillosas. En verano puedes bañarte en la piscina, hacer una barbacoa y descansar a la sombra de los árboles. En primavera y otoño puedes pasear por los olivares de la finca y disfrutar de la naturaleza, montar en bici o acercarte a Daimiel a conocer el parque. Y lo mejor sin duda las personas que regentan esta casa, generosas y siempre dispuestas a ayudarte para que tu estancia sea grata.