Mi pareja y yo pasamos los reyes en la Casa Rural el Castaño. Y todo lo que diga sobre la casa, el entorno y los propietarios me quedaría corta.
La casa está equipada con todo lo necesarios, es amplia, tiene todas las comodidades posibles, para disfrutar. Puedes disfrutar de su chimenea en las noches frias del invierno, aunque con la calafeacción, no la necesitas mucho.Y si vienes cansado de caminar, la ducha de hidromasaje te deja como nuevo. Y las vistas desde la habitación con toda la sierra de Gredos..no tiene precio.
Los propietarios fueron encantadores, nos dieron la bienvenida con una sidra y unos polvorones, y nos regalaron unos huevos de sus gallinas, que estaban deliciosos. Fueron encantadores con notrosos y muy serviciales, nos prepararon unas patatas revolconas propias de la zona, que estaban deliciosas.
El entorno perfecto para todo aquel que le guste la montaña y disfrutar de los paisajes, rutas para caminar y al ser un piueblo pequeño, tenias toda la tranquilidad del mundo.
Una estancia que la recomiendo a todo el mundo y que la califico con un 10.