Somos desde hace unos años habituales viajeros en el Algarve. Hemos visitado apartamentos rurales, casas rurales, apartamentps en playas, etc..., y nunca habiamos estado tan a gusto como los diez días que hemos pasado en la Quinta de los Cochichos. El trato cercano y a la vez reservado de los propietarios de la finca, Marc y Paula, ha sido un elemento importante en nuestra valoración. La alegria de su hija Inés, compañera de juegos de nuestro hijo, otro motivo de satisfacción. La propia finca, con arboles preciosos como los algarrobos, los granados, los olivos,... Nuestro alojamiento se realizo en una de las casas que componen la Quinta, concretamente la llamada "Casa da Nespera", o la casa del nispero, pues delante tiene un nispero precioso. Nuestra valoración de la casa es muy alta. Belleza del entorno más inmediato, silencio, buen equipamiento para preparar comida, una magnifica terraza para disfrutar de un rato de lectura, cenar, mirar el cielo, las plantas,... Las instalaciones de la finca comprenden un elemento que para nuestro hijo es clave para pasarlo bien, la piscina, magnifica en todos los sentidos, entre otros por la arboleda situada en uno de sus laterales que permite estar al fresco fuera del agua, descansar en las hamacas, leer. Por si faltara algo más que añadir a nuestra satisfacción están los desayunos, muy completos, buenisimos, el pan excelente, el aceite, el plato de queso con fiambre, el cafe con leche, y unos zumos de naranjas recien exprimidas y abundantes, que como dicen por Andalucía, quitan el sentido. Marc siempre amable nos facilito más leche, cacao para que nuestro hijo preparara su colacao, más cafe y una infusión de hierbas de su propio jardín para el que no toma cafe de la familia.
En fin hemos quedado encantados. La finca esta cerca de Olhao, aislada en el campo pero muy bien comunicada.
Muchas gracias Paula, Marc e Ines.