Fuimos tres parejas de amigos con los niños entre 0 y 3 años y estuvimos muy a gusto en la casa.
Es impresionante y muy grande, muy confortable, con todo lujo de detalles. No es una casa rural al uso porque está tan bien equipada que no echamos nada en falta, es como si fuese nuestra propia casa. Todo está nuevo, y decorado con muy buen gusto. Los muebles son funcionales, muy cómodos y de un diseño muy moderno. A pesar de ir con bebés y niños pequeños estábamos muy tranquilos porque la casa es muy segura, sin objetos o muebles peligrosos, con puertas en todas las estancias, de tal modo que era muy sencillo evitar que accediesen a las escaleras, también había llave en todas las puertas de los balcones, luces con detectores de movimiento en los pasillos de cada planta. La casa está llena de detalles: aparatos de aire acondicionado frío/calor en cada estancia con su mando a distancia, calefactores en pared de cada cuarto de baño tambien con mando a distancia, baños muy amplios, con duchas muy grandes, uno de los baños además tenía bañera. La cocina es enorme y completísima con todo el menaje nuevo, un frigorífico tipo americano de gran capacidad, TV con dvd, acceso a la terraza y la piscina, con lo que es muy luminosa y tiene un office con mesa con capacidad para 8 personas. En el salón hay una gran smart TV con una torre de sonido con luces que encantó a los niños, además de una colección de juegos de mesa, y una alfombra de juego para los más peques.
No probamos la piscina ni la barbacoa por la época del año, pero nos quedamos con muchas ganas. También hay un gran salón con chimenea y barra americana equipada con frigorífico,fregadero y microondas al que se accede desde la terraza de la piscina, que tampoco probamos porque con la casa teníamos más que suficiente...
Ángela y Jesús, los dueños, son encantadores, nos trajeron hasta pan típico de los Yébenes y una caja de mancheguitos (mantecaditos típicos que son una perdición...). Para repetir!