Hemos estado 4 adultos y 4 niños este fin de semana y la estancia ha sido inmejorable. Es una casa enorme con las estancias amplísimas, cosa importante yendo con niños; combina estupendamente el ambiente rural que se espera de una casa de este tipo con las comodidades modernas, y además, todo muy nuevo, cuidado y limpio.
Aunque ya empieza a hacer frío, no hay problema de temperatura porque la calefacción va como un tiro y no han escatimado en radiadores. Las camas gigantescas, 2 de las de matrimonio de 1,80, una pasada de cómodas.
Nos ha sorprendido el hecho de que no falte absolutamente de nada, todas esas pequeñas cosas que a veces se echan en falta cuando te has olvidado de llevarlas.
El pueblo es pequeñín por lo que los niños pueden andar libres y disfrutar un montón, el frontón está al ladito de la casa.
En este punto quiero agradecer a Josefina, una vecina increíblemente amable, la paciencia que ha tenido con nuestros hijos dejándoles ver a sus gatitos, perros, ovejas, gallinas, conejos... y también mencionar el trato con Arantxa y su pareja, los propietarios, que nos han dado todas las facilidades del mundo para que nuestra estancia fuese la mejor. Un saludo para vosotros y suerte con el negocio porque lo tenéis todo genial.