Marta ha sido muy amable en todo momento y ha contestado rápidamente. Solicité entrar antes y no hubo ningún problema.
En general la casa está bien: es muy amplia, cuenta con lavadora, menaje, toallas, sábanas, tendedero, etc. Y las camas son muy cómodas, algo que es de agradecer. Por poner alguna pega, es una casa vieja y en el baño hay cortina, con lo que el agua se salía de la ducha cada vez que la usábamos.
La ubicación, por una parte está muy bien porque está en el paseo y cerca de bares, restaurantes, tiendas (hay un Spar muy cerca) aunque también es un contra, ya que al estar en primera línea de playa (y encima de una cafetería y heladerías) hay ruido hasta altas horas de la mañana y a primera hora de la mañana (aunque cuando hemos estado nosotros había toque de queda, pero si no lo hubiera sería un contra si vas a descansar).
Pero en general hemos estado a gusto y a un paso de la playa, algo que es de agradecer cuando hace mucho calor y cuando quieres ir a casa. Sobre todo con niños pequeños.