La casa es muy antigua aunque el propietario está actualizando las instalaciones. Dos de las habitaciones han sido renovadas, aunque para nuestra sorpresa, ambas carecen de aislamiento en el techo y ¡de ventanas! Esto provocaba que fueran muy calurosas de día y muy frías de noche.
La casa estaba realmente sucia, la primera tarde la pasamos limpiando de arriba a abajo, a pesar de haber pagado 35 € en concepto de limpieza. La casa está plagada de hormigas, es imposible dejar lo más mínimo de comida (e incluso la basura) sin que se cubra por miles de hormigas en pocos minutos. Hay hormigas en todos sitios, salen de cualquier hueco de las paredes.
Hay algunas mosquiteras aunque están muy mal instaladas, por lo que a pesar de usar varios enchufes antimosquitos (que tuvimos que llevar porque no te los proporcionan) nos picaron por decenas.
Ninguna habitación tiene luz en el techo, solo las lamparitas de noche, por lo que hay que entrar y salir a oscuras.
El acceso a la casa es por un camino de arena (es de las pocas casas del pueblo que no tienen el acceso asfaltado) por lo que cuando vas cargado o tienes un bebé (como es nuestro caso) se hace un poco incómodo.
Pero no todo es malo. Está más cerca de la playa que casi cualquier otra casa y no está rodeada por muchas casa (como le pasa a la mayoría de las viviendas del pueblo) Es una zona especialmente tranquila. La cocina está bien equipada y es agradable poder hacer barbacoas en el exterior. Los colchones son bastante nuevos